Comer antes de acostarse: reglas a respetar

Lo que coméis y cuando lo coméis durante el día puede tener un gran efecto sobre vuestro peso corporal. Si coméis los alimentos adecuados en el momento correcto, podéis perder peso mientras dormis. Por el contrario, si coméis alimentos inadecuados en momentos equivocados estáis buscando levantaros por la mañana con grasa suplementaria. Vosotros mismos…

Para perder peso, lo primero es dejar de comer dos o tres horas antes de irse a dormir. No debéis acostaros con sensación de hambre, pero si es aconsejable sentir una ligera sensación de hambre, pero muy, muy ligera. Cuando intentáis perder peso y os vais a dormir sintiendo una ligera sensación de hambre es algo bueno. Es vuestro cuerpo que os esta diciendo que lo que habéis hecho ese día le ha hecho trabajar, y por lo tanto, estáis perdiendo grasa corporal. Si no tenéis esa sensación, probablemente no estéis perdiendo grasa.

Ahora, supongamos que seguís las directrices de vuestro cerebro controlado por el estómago y coméis antes de acostaros, vuestro cuerpo no estará en condiciones de aprovechar la grasa ya almacenada y probablemente almacenará un poco más de grasa. Cada vez que coméis, vuestro metabolismo aumenta ligeramente. Pero este efecto se pierde o se minimiza durante la noche. Cuando coméis justo antes de acostaros no tenéis los mismos beneficios de la estimulación del metabolismo ya que unas horas después de cenar vuestro cuerpo comienza a prepararse para el sueño. Esta relajación natural de vuestra capacidad de metabolización sustituye toda estimulación metabólica que pudierais obtener comiendo. Por lo cual, una vez que ponéis la cabeza sobre al almohada, el número de calorías que vais a utilizar son las calorías de base que debéis guardar para vuestro corazón y la respiración pulmonar y, para permitir a los ojos desplazarse durante al etapa REM del sueño. Esto representa solo un mínimo de calorías.

Comer tarde por la noche también puede inhibir vuestra capacidad quemar calorías al día siguiente. Supongamos que se os antoja un sándwich y unas patatitas a las 22:30 y que os acostáis antes de las 23:30; cuando vuestro despertador suena al día siguiente a las 7:00, vuestro primer pensamiento va a ser para el desayuno, ya que aún estaréis “llenos” del sándwich de las patatas que os habéis comido el día anterior, lo que supone que hay muchas posibilidades de que os saltéis el desayuno y perdáis todos los beneficios de la estimulación del metabolismo que habríais obtenido desayunando (un desayuno equilibridado puede evitar el sobrepeso y la obesidad).

Lo que hay que tener siempre en mente para comer antes de acostarse es:

  • Comer mucha comida tarde, sobretodo carbohidratos, aumenta vuestras reservas de grasa corporal.
  • Comer carbohidratos de alto nivel glucémico (pasta, patatas, arroz blanco, azúcar…) justo antes de acostarse va a elevar vuestros niveles de insulina y va a atenuar la producción de hormona de crecimiento* y eso es malo porque cerca del 80% del “quema grasas natural”, la hormona de crecimiento, es liberado durante las horas del sueño.
  • Si ayunáis durante 11 horas (de 20:00 a 7:00 por ejemplo) vuestro cuerpo comenzará a quemar cantidades importantes de grasa sobretodo a partir de la 5ª hora y lo seguirá haciendo hasta que os despertéis.

Aprovecho este artículo para daros algunos consejos sencillos para que obtengáis el máximo beneficio de vuestra última comida del día:

  • Comer 2 o 3 horas antes de acostaros. Tendréis tiempo de quemar las calorías y posiblemente no tendréis mucha hambre antes de acostaros.
  • Comer frecuentemente durante el día. Comidas reducidas y tentempiés saludables cada tres horas y, mimizar el picoteo durante la noche.
  • La cena debería estar compuesta principalmente de proteinas magras (como pechuga de pollo al horno a la plancha) y baja en calorías, y carbohidratos fibrosos (verduras y fruta). Evitar todas las féculas antes de acostaros (pan, pastas, arroz, patatas, etc.)
  • Si tenéis ganas de carbohidratos antes de acostaros… comedlos!, pero asegurándoos que son ricos en fibra, y con un índice glucémico bajo : manzanas, fresas, melocotones, ciruelas, salvado, verduras frescas, zumos de verduras…
  • Si actualmente estaís en pleno entrenamiento para obtener mayor masa muscular, una buena opción para la última comida del día es el cottage cheese más conocido en castellano como requesón, bajo en grasa y lleno de caseinas de lenta digestión, sin azúcar y añadiendo frutas fresca o en conserva.
*- La hormona de crecimiento es la hormona por excelencia, ya que es segregada la glándula pituitaria, una glándula endocrina situada en el cerebro. La hormona del crecimiento juega un papel muy importante en el desarrollo del cuerpo y por lo tanto del desarrollo muscular. Uno de sus efectos es el de estimular el crecimiento del organismo. Dicha hormona nos ayuda a crecer durante nuestra infancia y adolescencia y, durante la edad adulta tiene la capacidad de acelerar al combustión de las grasas y aumentar la fabricación de nuevo tejido, el músculo entre otros.
Dra. Sanchez-Albornoz, médico especialista en nutrición de Instimed.

Dra. Sanchez-Albornoz, médico especialista en nutrición de Instimed.

Comentarios sobre Comer antes de acostarse: reglas a respetar

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