En un principio las cicatrices son ligeramente visibles como finas líneas rojizas, pero después de un tiempo no superior a los dos meses resultaran apenas visibles (véase la imagen).
Durante el postoperatorio es normal un cierto hinchazón y algún hematoma. Esta hinchazón puede originar cierto lagrimeo, ya que puede existir alguna dificultad en la movilidad de los párpados.
Todos estos pequeños inconvenientes desaparecen progresivamente en pocos días.