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Osteopatía, un tratamiento terapéutico manual y global

Osteopatía, un tratamiento terapéutico manual y global Estética

Osteopatía, un tratamiento terapéutico manual y global

 

La osteopatía es una medicina alternativa que en su origen se basaba principalmente en la anatomía.

De hecho, es en base al conocimiento exhaustivo de la estructura anatómica que el osteópata puede saber:

  • Como funciona un organismo sano.

  • Cuáles son los elementos que afectan a un organismo enfermo o que sufre.

  • Cuáles son los vínculos que existen entre las diferentes estructuras del cuerpo.

Al ser una medicina alternativa, la osteopatía sólo emplea métodos naturales y las manos del terapeuta sirven de vectores del tratamiento.

 

Las manos del osteópata

La principal herramienta de trabajo del osteópata son sus manos. El uso de las manos en osteopatía es indoloro y nunca agresivo.

 

las manos del osteopata instimed

 

Gracias a estas extremidades muy sensibles y que poseen numerosos receptores propioceptivos el osteópata puede:

  • Palpar.

  • Examinar.

  • Diagnosticar.

  • Corregir.

  • Controlar.

Por ello, las manos de un osteópata están preparadas para percibir:

  • Las estructuras anatómicas

  • Los macro-movimientos (visibles)

  • Los micro-movimientos (no visibles, pero perceptibles al tacto), inducidos por el mecanismo respiratorio primario.

  • Los micro-movimientos que accionan las fascias.

Las manos del osteópata son lo suficientemente sensibles como para poder  hablar de manos que piensan, sienten, saben y ven.

 

Lesión osteopática

La base de la osteopatía es devolver la movilidad a toda aquella estructura corporal que la ha perdido. A esta pérdida de movilidad la denominamos “lesión osteopática” (apelativo que ha evolucionado hasta convertirse en “disfunción somática”).

Todas las partes del cuerpo y todos los órganos poseen una movilidad propia:

  • Una articulación permite un movimiento visible: por ejemplo, el codo y la rodilla permiten flexionar los miembros superiores e inferiores.

  • Los órganos y las vísceras tienen la particularidad de estar sometidos a dos tipos de movimientos distintos:

    • La movilidad: el movimiento del órgano en el abdomen o el tórax.

    • La motilidad: movimientos internos del órgano permiten (di) gestión del bolo alimenticio.

  • El cráneo (o más exactamente el eje cráneo-sacral que conecta la pelvis con la cráneo) que tiene una movilidad fundamental, la respiración primaria.

En función de la estructura implicada en la pérdida de movilidad, el osteópata recurre a diferentes técnicas. De hecho, no se manipula de igual manera un estómago que una rodilla o hueso frontal.

 

Buscando el origen del problema

El osteópata siempre buscará el origen del problema (la causa) sin conformarse con curar el motivo que ha llevado al paciente a su consulta (las consecuencias).

Esta es una de las principales diferencias con la medicina occidental clásica, que se centra principalmente en curar los síntomas. Es lo que explica en parte las enfermedades crónicas tratadas con medicina tradicional, que en algunos casos desaparecen tras varias sesiones de osteopatía.

 

Anatomía

Ya que el osteópata busca el devolver la movilidad a las zonas que la han perdido, debe conocer perfectamente el normal funcionamiento de las diferentes estructuras corporales.

  • Vísceras: conoce la movilidad propia de cada órgano (corazón, pulmones, estómago, hígado, riñones, colon, etc.).

  • Articulaciones: con respecto a las estructuras articulares, el osteópata se basa en la región opuesta que no suele estar afectada. Por ejemplo, en el caso de un esguince de tobillo, basta con comparar la movilidad del pie dolorido con el otro para ver en qué medida está lesionado el pie. Además, el osteópata examinará la movilidad de la zona afectada: movilidad visible (macro-movimientos) y movilidad no visible (micro-movimientos).

  • Craneal: a nivel craneal la movilidad es más sutil. A este nivel el osteópata debe ser capaz no sólo de percibir la movilidad de un hueso respecto a otro, sino también de percibir la movilidad intrínseca de cada hueso. Para ello, debe conocer: el rango normal de cada hueso de cráneo, la forma en la que se articula, la forma en que cada hueso se moviliza, el eje de la movilidad.

En todo caso, sea cual sea el problema, la anatomía siempre tendrá un lugar preponderante. El trabajo del osteópata es la de restablecer la situación normal del organismo partiendo de una situación anómala: el resultado es salud.

 

La osteopatía, una terapia global

Un osteópata considera el cuerpo en su conjunto y no como una acumulación de zonas independientes las unas de las otras.

Cada zona forma parte de un todo y el desajuste de una parte puede afectar al conjunto y tener un impacto en el corto o largo plazo.

 

Osteopatia, una terapia global

 

La primera consulta del osteópata consiste en elaborar un historia clínica del paciente con un objetivo diagnóstico (anamnesis) y en recabar la información que le proporciona sus manos al entra en contacto con el cuerpo del paciente. Esto permite al especialista el ofrecer una atención integral y óptima de cada paciente.

Encontrar el origen primario de una patología o de un dolor es fundamental. Esto permite una cura en profundidad y previene las recaídas, casi inevitable de otra forma.

 

Las tres áreas de la osteopatía

La osteopatía considera el cuerpo como un todo, pero, para facilitar su compresión lo divide en tres áreas:

  1. Osteopatía estructural (óseo-articular): Esta área comprende el conjunto del sistema óseo y articular del organismo. Se refiere a todo lo que afecta al esqueleto. Muchas veces, la osteopatía es reducida a este único aspecto óseo, cuando sólo representa un tercio del enfoque osteopático.

  2. Osteopatía visceral: Esta área se centra en los órganos que se encuentran dentro del pecho (corazón, pulmones, esófago), el abdomen (tubo digestivo y los órganos asociados a él: estómago, hígado, bazo, páncreas)  y la pelvis (el sistema genitourinario).

  3. Osteopatía craneal: Esta área incluye el cráneo, la cara, las membranas de tensión recíproca o MTR (membranas que envuelven el cerebro y la médula espinal) y el sacro (hueso central de la pelvis, vinculado al cráneo por los MTR).

Estas tres áreas están interconectadas y la una no funciona sin la otra. De hecho, son muy raras las patologías que sólo afectan a una de ellas. En la mayoría de los casos, los tratamientos para ser eficaces se centran en dos áreas.

 

Osteopatía estructural, visceral, craneal

 

Vínculo entre las tres áreas de la osteopatía

El osteópata al trabajar sobre estas tres áreas puede actuar sobre el conjunto del organismo. El hecho de que estas tres áreas estén interconectadas hace que el trabajar sobre una de ellas tenga su repercusión sobre otra área o sobre todas. A veces, el bloqueo que se manifiesta en una zona puede tener su origen en otra zona del cuerpo.

Por ejemplo: Un bloqueo a nivel de la primera vértebra cervical (área estructural) puede oprimir en el nervio vago (área craneal) que va a transmitir peor las informaciones nerviosas destinadas a la cavidad abdominal (área visceral). En este caso, para solucionar un problema digestivo habrá que trabajar a nivel estructural para reducir la presión de un nervio de origen craneal.

 

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