Test de intolerancia alimenticia
¿QUÉ NOS DIFERENCIA?
Todas nuestras dietas incluyen:
Pruebas médicas +
- Análisis de sangre (salvo que el paciente aporte una analítica reciente).
- Análisis corporal completo para determinar la masa grasa, la masa muscular y el agua.
Controles médicos periódicos +
Controles médicos para analizar la evolución de la dieta y si fuera necesario, rediseñar el plan nutricional.
Complementos dietéticos +
Ofrecemos a nuestros pacientes una serie de complementos dietéticos para optimizar las dietas.
Reeducación alimenticia +
Durante el periodo que dura el programa nutricional, el especialista enseña al paciente unas pautas para comer equilibradamente.
En algunos casos puede ser necesario complementar los programas nutricionales con un test de intolerancia alimenticia. A través de una pequeña muestra de sangre, podemos conocer aquellos alimentos que pueden perjudicar nuestra salud.
En personas obesas que no responden a los tratamientos habituales de adelgazamiento, se han experimentado pérdidas de peso, al eliminar de la dieta alimentos frente a los que se presenta sensibilidad alta.
Se han encontrado mejorías entre la mitad y los dos tercios de los casos, que han cumplido la dieta establecida por su médico, suprimiendo los alimentos que a través de los análisis, se han mostrado menos recomendados. En general, la mejoría se percibe entre los 20 y 60 días de haber instaurado la dieta adecuada.
Se trata por tanto, de una opción importante a tener en cuenta en el grupo de patologías descritas, y que pueden mejorarse simplemente, suprimiendo la causa o alimento que los provoca.
Algunos de los efectos que pueden producir ingerir alimentos no adecuados:
• Trastornos gastrointestinales (50%): dolores abdominales, constipación, diarrea, hinchazón, síndrome del colon irritable. Es la patología que más induce a pensar en una intolerancia alimentaria.
• Procesos dermatológicos (16%): acné, eczema, psoriasis, rashes, urticaria, picor.
• Trastornos psicológicos (11%): Ansiedad, letargia, despresión, fatiga, náuseas, hiperactividad (principalmente en niños).
• Molestias neurológica (10%): dolor de cabeza, migraña, mareo, vértigo.
• Molestias respiratorias (10%): asma, rinitis, dificultad respiratoria. Es estos casos se puede solapar con un proceso alérgico.
• Otros (3%): artritis, fibromialgia, articulaciones inflamadas.