Hiperhidrosis: como evitar la sudoración excesiva

Sudar es un fenómeno natural y necesario para ajustar nuestra temperatura corporal, pero puede llegar ser molesto y en algunos casos de sudoración excesiva (hiperhidrosis) un infierno. Cercos en la ropa, mal olor, molestias, etc. ¿Por qué sudamos y cómo podemos limitar sus efectos negativos?.

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La hiperhidrosis es un problema que preocupa mucho a los que lo sufren ya que les afecta en su vida diaria, tanto social como laboral.

¿Qué es el sudor?

El sudor es un mecanismo fisiológico natural que tiene como función la eliminación de las sales minerales y regular la temperatura corporal. Es el sudor producido por las glándulas sudoríparas enfría la piel. Las glándulas están situadas mayoritariamente en las axilas, la ingle, las palmas de la mano y la planta de los pies.

¿Por qué sudamos?

Existen varios factores que favorecen el fenómeno la sudoración:

  • El estrés y la ansiedad son las causas más frecuentes de sudoración.
  • Un desajuste hormonal: la sudoración excesiva debido a sofocos forma parte de las manifestaciones de la menopausia. El hipertiroidismo también puede ser la causa. Corresponde a un exceso de funcionamiento de la glándula tiroidea que produce hormonas.
  • Hiperhidrosis  o sudoración excesiva e incómoda. Se puede presentar de tres formas: simple, moderada o severa, y puede ser localizada (axilas, manos, pies) o generalizada. La hiperhidrosis necesita un tratamiento específico, la tóxina botulínica (Botox).
  • El calor.
  • Esfuerzo físico.
  • Fiebre.
  • Medicamentos: antidepresivos, aspirina, etc.
  • El alcohol, bebidas excitantes (café y té), fumar y tomar alimentos picantes o muy condimentados, también pueden provocar una actividad exagerada de las glándulas sudoríparas.

 ¿Cómo evitar la sudoración excesiva?

  • Elegir un desodorante o antitranspirante adaptado.
  • Airear los pies lo más a menudo posible: en casa caminar descalzos y cambiar de calcetines cada día y a poder ser que sean de algodón, nada de utilizar “ejecutivos”.
  • Ducharse diariamente: no previene el exceso de sudor pero si permite al cuerpo eliminar las bacterias que originan el mal olor que produce el sudor (bromhidrosis). El mal olor procede de las deyecciones de las bacterias que están en la piel que se alimentan del sudor. Sin estas bacterias la sudoración procedente de las glándulas sudoríparas no tiene olor.
  • Aprender a controlar el estrés y la ansiedad.
  • Elegir bien la ropa. Ciertos materiales favorecen la transpiración o conservan los malos olores. En cambio, los tejidos naturales, como el algodón, la lana y la seda permiten respirar a la piel.
  • Beber agua para compensar la pérdida hídrica producida por la sudoración. También, el agua regula la temperatura corporal y tienen una gran capacidad de absorción del calor. Beber más de 2 litros de líquidos diarios y tomar abundante fruta a diario.
  • Evitar ciertos alimentos y bebidas: ajo, cebolla y las especias dan un mal olor al sudor. Las bebidas calientes y el alcohol estimulan la sudoración.
  • No hay alimentos que eviten la sudoración, pero sí que ayuden a prevenirla: plátano, chocolate, arroz integral, salmón, etc.
  • Para evitar los cercos en la ropa, pegar parches anti-cercos en la ropa: absorben el sudor protegen a la ropa de manchas.

Hiperhidrosis: cuando el sudar se convierte en un problema

El exceso de sudoración puede convertirse en una patología. Se llama hiperhidrosis y es una enfermedad de causa desconocida que hace que una persona sude más de 15 mg por centímetro cuadrado de piel y por minuto. Si el exceso de sudoración es síntoma o causa de una enfermedad, se habla de hiperhidrosis secundaria. La hiperhidrosis es un desorden crónico de las glándulas sudoríparas que afecta a una o varias zonas del cuerpo. En el 60% de los casos, se sufre en las palmas de la mano y en las plantas de los pies. El 40% restante afecta a axilas, ingles, pliegues bajo el pecho y región craneofacial. Cuando afecta a todo el cuerpo se denomina hiperhidrosis generalizada. Se agrava por los estados de ánimo, cambios de temperatura, etc. y puede ocasionar lesiones y enfermedades de la piel, además de problemas psicológicos.

La hiperhidrosis es un problema que preocupa mucho a los que lo sufren ya que les afecta en su vida diaria, tanto social como laboral.

El Botox contra la sudoración excesiva

La sudoración excesiva o hiperhidrosis se debe una incapacidad del cuerpo de regular de forma adecuada la temperatura corporal. Contrariamente a lo que mucha gente piensa, su causa no es el calor, ante el que el organismo responde de manera adecuada incrementando la transpiración, sino problemas hereditarios, episodios de estrés o ansiedad, consecuencia de la menopausia o incluso puede ser como efecto secundario a la toma de ciertos medicamentos. Lo que sucede, es que en verano al llevar ropa más ligera, el problema es mucho más visible y se acentúa con el calor.

La única opción sin pasar por el quirófano (simpactectomía transtorácica) para bloquear la hiperactividad de las glándulas sudoríparas es la toxina botulínica o Botox, que combate la excesiva sudoración de manos, pies o axilas. La cantidad de toxina botulínica que se usa en este tipo de tratamiento es pequeña y altamente eficaz, porque es capaz de inhibir entre 6 y 18 meses el neurotransmisor responsable de la sudoración. El paciente puede incorporarse a su vida diaria de forma inmediata. El resultado podrá apreciarse a partir del tercer o cuarto día y con el paso de los días se observará una reducción progresiva del sudor en la zona tratada.

La extirpación quirúrgica de las glándulas sudoríparas de axilas y manos (simpactectomía transtorácica) tiene el inconveniente que entre el 25% y el 50% de los casos aparece la hiperhidrosis compensatoria, es decir, que el paciente deja de sudar en manos y axilas pero aumenta la sudoración en otras zonas de cuerpo: pies, cabeza, espalda, etc.

Hasta ahora, el Botox se venía utilizando en el campo de la medicina estética para eliminar las arrugas de expresión (patas de gallo, entrecejo y frente) y para tratamientos médicos (estrabismo, parálisis cerebral infantil, blefarospasmo o espasmo hemifacial, depresión, etc.). Pero desde que la FDA aprobó en 2004 su uso para el tratamiento de la hiperhidrosis, muchos pacientes ha visto cómo su vida cambiaba radicalmente. Las inyecciones de Botox para tratar la sudoración excesiva han obtenido sus mejores resultados en las axilas y las palmas de la mano. En cuanto a cara, el sudor se reduce y los pacientes se muestran satisfechos, aunque los resultados no son tan buenos.

Solucionar hiperhidrosis con botox

El Botox bloquea las fibras nerviosas que dicen a las glándulas sudoríparas de sudar.

El Botox tras ser inyectado en la zona, previamente marcada por el médico, bloquea la secreción de acetilcolina. De esta forma, bloquea las fibras nerviosas que dicen a las glándulas sudoríparas de sudar. Las glándulas de la región tratada dejan de estar operativas durante el tiempo que dure el efecto de la toxina botulínica.

Desodorante vs Antitranspirante

Los desodorantes:

  • Evitan el mal olor utilizando perfume y reduciendo la cantidad de bacterias que hay en las axilas, pero no evitan la secreción del sudor.
  • Únicamente en casos de sudoración excesiva se recomienda más el uso de antitranspirantes.
  • Pueden usarse 2 o 3 veces al día, dependiendo de la actividad física.

Los antitranspirantes:

  • Contienen cloruro de aluminio, y aunque hay variación en el porcentaje de contenido entre unos y otros, todos lo incluyen.
  • Cuando se coloca el antitranspirante en la piel, el cloruro de aluminio se precipita y forma un tapón en el folículo de la glándula sudorípara. Los antitranspirantes reducen la transpiración axilar, pero no afectan la capacidad natural del cuerpo de controlar su temperatura (termorregulación).
  • El único caso en el que no se recomienda el uso de antitranspirante es antes de una rutina de ejercicio intenso para evitar que el poro se tape.
  • Lo ideal es aplicarlo por la noche, con la axila seca y pensando que uno se pone una cosa para no sudar al día siguiente. Y, por la mañana, aplicar los desodorantes como un cosmético para oler mejor y evitar la descomposición del sudor).
dra. Elena Moreno

Dra. Elena Morena, médico éstetico Instimed

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